COLEGIO DEL MILAGRO


INSTITUCIONAL

OBJETIVOS

1.- Al ser el Colegio Del Milagro un Instituto Católico, basa su labor educativa en las enseñanzas de Cristo teniendo como guía fundamental su Evangelio, partiendo de la realidad más profunda: “EL HOMBRE, SER INTELIGENTE Y LIBRE, HA SIDO CREADO POR DIOS A SU IMAGEN Y SEMEJANZA Y TIENE A DIOS COMO FIN”.

2.- Brindar una educación que promueva el desarrollo integral de la persona humana en el orden natural, de modo que el educando se haga capaz del más completo y responsable ejercicio de su libertad, aprenda a convivir con sus semejantes en espíritu de respeto, cooperación y concordia.

3.- La educación debe abarcar en toda su amplitud la dimensión sobrenatural, dándole a conocer al alumno a Dios como Creador principio y fin de todas las cosas, enseñándole a amarlo como Padre e induciéndolo a que aprenda a descubrir la trascendencia divina de cualquier acción humana buena a través de la fe.

4.- Enseñar a conocer y descubrir la verdad, partiendo de la base que tan sólo a través de ella se es libre. El error, no sólo oscurece las inteligencias sino que divide las voluntades. Únicamente cuando el educando se acostumbra a decir y a oír la verdad podrá ser artífice de un clima de comprensión y concordia porque en su interior reinará la paz. Por eso se lo inducirá a una profunda actividad interior que lo llevará a tomar conciencia de la realidad, reflexionar, elaborar experiencias, brindar amor profundo, crear orden y belleza, meditar, contemplar porque a través de esos medios logrará la mayor aproximación a los fines esenciales de la existencia.

5.- La cultura siempre a la luz del Evangelio transmitida así y promoviendo el encuentro de ésta con el educando para que su inserción sea vital, consciente recreadora, para que le permita desarrollar la capacidad de discernir con sinceridad y firmeza los valores que se han de rescatar y preservar en la vida.

6.- Brindar una “educación personalizada”, que se funde en una adecuada concepción de la persona SER CREADO POR DIOS A SU IMAGEN Y SEMEJANZA, CUYO FIN ULTIMO ES DIOS. Es decir que ha de estar atenta a la idiosincrasia de cada cual en su singular y original presencia en el mundo; centrada en promover y llevar a la madurez las notas constitutivas de la persona, considerada por lógica, en interacción con otras personas, ya que sin ellas no logra su desarrollo. En definitiva lograr que desde la más temprana edad el educando conozca el sentido de la vida, el para qué último de la existencia, que es el encuentro con Dios, del cual venimos y al cual estamos destinados como Suprema Verdad, Suprema Belleza y Supremo Bien.

7.- “Despertar amor auténtico al trabajo” es tarea del proceso educativo inculcar al educando un verdadero interés por el trabajo, porque a través del mismo la persona se realiza como tal, adquiriendo una definitiva maduración, autonomía y sentimiento de auto realización. Trabajar es un compromiso de la persona que ha de devolver a la sociedad lo que ésta le brindó mediante el esfuerzo y sacrificio de muchos.

El trabajo, al ser obra de la persona, participa de su trascendencia espiritual y puede convertirse en el ofertorio cultural de la vida. Por medio del trabajo el hombre se asocia a la obra creadora de Dios y a la misión redentora de Cristo, y así, a la luz de la fe, el trabajo aparece como alabanza, oblación y redención. De allí la necesidad de darle al trabajo la importancia enorme que reviste porque todos hemos sido puestos en el mundo para trabajar y colaborar a través del esfuerzo personal en la construcción de un mundo mejor.

8.- “Enseñar al educando a vivir y desarrollarse en comunidad”

El Colegio después de la familia, es la comunidad donde el educando debe aprender a convivir en sociedad, donde comienza a relacionarse con sus semejantes a través de esas relaciones va elaborando su identidad.

La vida de comunidad, es la que forma y educa al hombre. Lo enfrenta con la verdad de sí, lo saca de sus vanas ilusiones y falsas autoimágenes porque pone a prueba sus virtudes y le demuestra claramente hasta qué punto es en verdad lo que cree ser: lo ayuda a conocerse; lo saca de su egoísmo porque le demanda continuamente atención al otro, disposición de servicio, comprensión, tolerancia y lo llama a la humildad y al reconocimiento de sus interdependencias hasta ver en los demás a hermanos que son los destinatarios de sus dones. Porque todos los dones con que Dios adorna a la persona, son para utilizarlos en bien de los demás, de nuestro prójimo.

La comunidad es para la persona fuente, camino y meta de madurez, por eso con seguridad podríamos afirmar que “EDUCAR” es crear comunidad. Trabajar con la mayor entrega para que esa comunidad sea “AMOR”, porque con ese signo lograremos brindar al educando el ambiente ideal para formarlo íntegramente “COMO PERSONA” que es el objetivo primordial del Colegio.

9.- Al ser el hombre un ser creado para vivir en sociedad, es misión del colegio además, enseñarle a convivir, debe educarlo en el diálogo que es una de las formas más significativas de comunicación, haciéndole descubrir en cada persona a un hermano, un prójimo que espera actitudes basadas en la comprensión y la tolerancia, condiciones indispensables del diálogo. Por eso es deber del Colegio promover también el trato amistoso de los alumnos entre sí y para con los demás.

10.- Crear el ambiente adecuado para que el educando a medida que avance en edad y conocimiento vaya descubriendo los auténticos valores de la vida a la vez que irá haciendo una escala en la medida que los mismos respondan a sus aspiraciones más profundas , a sus ansias en los valores y se proponga metas cada vez más elevadas. Porque el camino de la perfección al que todos debamos aspirar, no termina nunca, sino que por el contrario, nos exige dada vez más.

El conjunto de valores que cada cual prefiera configura y refleja su vocación en la vida y por lo tanto se convierte en uno de los perfiles más llamativos de su identidad.

Al ser bienes, los valores tienden a difundirse, entonces sacan a la persona de su postura a veces mezquina y egoísta y lo lleva a proyectarse, a hacer el bien a dejar huellas para que los demás imiten; de allí que el Colegio como ente educativo, debe brindar las condiciones cada vez mejores para que el educando sepa discernir y formar una escala de valores que lo dignifiquen espiritual y humanamente. (En el “Ideario” del Colegio se describe detalladamente, en qué valores y virtudes se forma al alumno modelo).

ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA

11.- El Colegio, comunidad educativa formada por docentes, no docentes, alumnos, exalumnos y padres de familia, debe trabajar y luchar para que su proyecto educativo sea compartido y apoyado por todos; en especial en lo que a objetivos institucionales se refiere, porque la forma de lograr unidad y progreso es precisamente cuando todos los sectores bregan por los mismos fines.

12.- Hacer del Colegio Del Milagro una comunidad educativa en la que reina un clima de paz, armonía, respeto, justicia, aceptación, comprensión y afecto; ya que si se forma a los alumnos en esos aspectos, será necesario brindar el ambiente adecuado para que el discípulo lo viva y después pueda trasmitirlo.

13.- Trabajar para que el Colegio sea una comunidad educativa con identidad propia y una misión bien definida que se caracterice por ser:

       • Coherente con sus objetivos plenamente compartidos.

       • Integrada por la aceptación mutua.

       • Organizada en la distribución de funciones y roles.

       • Solidaria en la preocupación servicial.

       • Corresponsable en esfuerzos comunes.

       • Que su testimonio esté acorde con lo que predica.

       • Que posea una adhesión total de todos sus miembros a las finalidades institucionales.

14.- Crear un ambiente de sana convivencia en la que todos los miembros tengan la buena disposición de corazón y la voluntad de brindar su apoyo al que más lo necesite; para poder lograr una verdadera comunidad de amor en la que sus integrantes unan sus esfuerzos en un mismo sentido, de manera tal que sea una totalidad coherente la que educa.

15.- Bregar para que la relación educador-educando tenga la mayor profundidad y se dé en un marco de amor y respeto; que sea intercambio de vida y por lo tanto de riqueza interior; que vigorice; anime a vivir en plenitud, y que lleve al crecimiento y a la autorización, pero sobre todo que le dé orientación, sentido de la vida y estímulo para ser cada día mejor.

16.- Poner todos los medios disponibles para lograr una verdadera síntesis entre fe y cultura y entre fe y vida.

       • Fe y vida: formar al alumno en un proceso de continua conversión para que llegue a ser aquello que Dios quiere que sea. A través de la diaria tarea enseñar al educando que, por su obrar en el mundo, él está llamado a ser testimonio vivo del amor de Dios entre sus semejantes, porque forma parte de una historia de salvación que recibe su último sentido de Cristo, salvador de todos los hombres.

       • Fe y Cultura: cultivar todas las disciplinas con el debido respeto al método particular de cada una, porque a través de las mismas se contribuye al desarrollo de la personalidad del alumno, que debe integrarse como miembro activo en la comunidad humana, llevándolo además a asimilar valores y a descubrir verdades importantes, que lo orientarán en la búsqueda de la verdad total.

17.- Colegio y Comunidad: el Colegio debe ser foco de cultura y en la sociedad debe encontrar un interlocutor válido, al estar abierto a las inquietudes culturales del medio pero no significará que reciba todo sin una labor valorativa y crítica previa.

Precisamente si es foco de cultura, seleccionará, y en esta tarea mostrará su labor específica.

Todos sus miembros deben estar unidos a través de una relación sana, educativa, respetuosa, enriquecedora de la que se nutran ambas partes mutuamente.